El shock cultural…. ¿tiene fases?

 

 

Hoy vuelvo con el tema del shock cultural. (Hay algunos posts previos que quizás quieras leer antes). Esta vez quiero comentar sobre el famoso tema de las fases.

Lo primero que es importante decir es que si bien es muy lindo y útil el gráfico clásico de las fases, en mi investigación y experiencia clínica he descubierto que los seres humanos no siempre logramos adecuarnos a esas fases tan bien explicadas en los libros.

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Me da mucha alegría descubrir que no soy la única en hacer este planteo (es más, parece que la comunidad académica pide que por favor cambien el esquema pero seguramente eso tome tiempo)*.

culture-shock-mine

Entonces, más allá de mi opinión sobre la estandarización de las emociones, es evidente que los primeros meses en un lugar nuevo van a ser particulares. “Claro, esa es una obviedad” me dirás, y tienes razón. Pero bueno, no por obvia es muy tomada en cuenta.

Entonces, aquí van las aclaraciones: si estuviste allí de vacaciones no va a ser lo mismo: el tiempo de esparcimiento pasa distinto, contempla diferentes necesidades. En cambio lo que se vive en el día a día cotidiano es otra cosa.

Si te mudas a una ciudad o un país que te gusta más, probablemente tu “shock cultural” sea diferente del de quien llegó a una sociedad que no le agrada.

Es que el entramado social de cada lugar puede ser muy diferente. Lo que está “a la vista” -en la punta del iceberg dirían los interculturalistas- son las conductas de cada sociedad. Estas conductas se deben a las expectativas, los valores y las creencias que están funcionando en cada sociedad (que son implícitos y cuesta más encontrarlos o entenderlos).

Si haces un poco de memoria seguramente has visto u oído sobre este tipo de diferencias:

hay países y ciudades muy organizados y otros más desordenadas, sociedades más preocupadas por la limpieza; algunas con muchas reglas y otras con menos reglas; en fin, hay para todos los gustos. Y aquí radica una de las cuestiones clave: que son gustos y cada uno tiene los suyos. O sea que si alguien que es muy organizado y a quien le gusta que las cosas funcionen en tiempo y forma se muda a una sociedad más informal, desorganizada, donde el caos es la regla… bueno, no hay que ser un genio para imaginar qué puede suceder, ¿no? Y al revés, hay gente que prefiere el estilo relajado y entonces las ciudades muy estructuradas le resultan asfixiantes.

Esta es una descripción súper somera de características culturales. Si te interesan podés buscarlas en Internet, se llaman “variables culturales” y generalmente se habla de un continuo entre opuestos, donde cada uno se podría ubicar en los distintos ejes, por ejemplo: responsabilidad/control individual sobre lo que a cada uno le ocurre versus destino/suerte o la mirada sobre el cambio como algo positivo y natural versus el interés por la tradición, la continuidad y la estabilidad. En síntesis las variables abarcan también la relación con el poder, la importancia del grupo o del individuo, las tradiciones, la autonomía de los individuos, el control del tiempo, la competencia o la cooperación entre las personas, la orientación hacia el pasado o hacia el futuro, los niveles de formalidad, el materialismo o la espiritualidad, la justicia, la equidad, la jerarquía, el individualismo, la importancia del grupo, etc. Todas estas variables han sido tabuladas para cada cultura y se comparan las distintas sociedades entre sí (e incluso existen programas que permiten comparar el estilo propio con el de distintas sociedades).

Esta es una síntesis y aquí te dejo el link a una infografía bien interesante de una ilustradora que juega con el tema de estas diferencias entre Alemania y China:

Ver infografía

 

Cabe aclarar que en ámbitos académicos ya se debate fuertemente lo poco acertado del primer gráfico mostrado. Pero me pareció relevante escribir este post dado que sigue siendo utilizado y citado como lo esperable en muchísimos artículos y libros.

PSSST!: si te gustó este artículo dejame que te recomiende leer este y este otro. Y si tenés ganas de aprender más sobre lo que es esperable que te suceda al expatriarte así como también ideas de como manejarlo, te cuento que hay un Curso con toda esa info: lo tenés acá.

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