¿Y si el problema no sos vos?

soyyo2

Te acordás de Matrix, la película? Spoiler Alert acá mismo!: si no la viste, frená la lectura en este punto (y también revisá si no estás yendo demasiado poco al cine…)

Ok, si seguís es bajo tu propia responsabilidad, dale?

Te acordás que al protagonista le ofrecen tomar una pastilla, una pastilla que permite ver las cosas tal cual son, o mejor dicho, los espejismos tal cual son? No quiero entrar en el debate de si hay una realidad aunque es medio ineludible con este inicio. Quedemos en que la posición que toma como válido que existe una verdad única y absoluta estaría del lado de los fanatismos y esa nunca es una buena ubicación en la vida. (Mejor es con algunas preguntas, cuestionamientos, etc., no?) Y conste que no es sobre creencias que estoy hablando sino sobre fanatismos. Que se pueden presentar en cualquier ámbito de la vida y donde, al ser un fanatismo, el mío es el correcto y si no estás de acuerdo automáticamente estás del lado equivocado.

Bueno, el post de hoy no es sobre nada de esto. No sé por qué empezó así pero a esta altura lo vamos a dejar (en lugar de borrar) y seguir con el tema del día que no es otro que lo que ves. Porque quizás sea molesto y suene mal pero lamento decirte que no necesariamente lo que ves es lo que hay.

 ¿Qué por qué te lo digo? Porque los efectos de saber esto son más que liberadores. Y sí, no es lo mismo leerlo acá que saberlo en toda su dimensión pero igual acá va mi aporte al escribirlo.

Sólo vemos lo que podemos ver en la posición en la que estamos ubicados. A ver, si yo estoy parada no voy a poder ver lo que está a mis espaldas, no? Pues bien, esto es igual sólo que en lugar de “estar parada” podría decir “estar dentro de un discurso”.
Sí, ya sé, suena complicado; pero vas a ver que no lo es tanto. Y aclaro que si estoy sonando como si hablara en varios tonos a la vez es porque cuando estoy en el consultorio no lo puedo evitar, hablo adoptando -muy seguido- los modismos del paciente con lo cual acá vamos del “vos” al “tú” sin escalas!!!

Vuelta al tema, que hoy estoy desordenada y sin edición.

Estamos todos -sí, todos: vos, yo, el verdulero, la maestra, el presidente, todos!- atravesados por discursos. Y claro, algunos son más favorecedores para la vida que otros. Si mis padres siempre dijeron que yo era un inútil que jamás iba a lograr nada en la vida (estoy exagerando para marcar el punto pero igual sabemos que hay gente a la que le tocó en suerte algo así en la “lotería de padres”), entonces, decía, si siempre me dijeron que soy un inútil inevitablemente mi mente va a funcionar más o menos así:
Cada vez que algo me sale mal y refuerza el discurso de inutilidad que porto, zas!, entra en el contador.
Pero cada vez que hago algo brillante, buenísimo, genial, que todos me aplauden… bueno, esos recuerdos se van a ir por la alcantarilla. Y así voy yo por la vida, convencidísimo de que soy un inútil, que mis padres tenían razón.
Eso sí, donde dice “padres” podés insertar lo que más te guste porque cuidado que no estoy diciendo que la culpa de todo la tengan los padres, eh!

¿Te suena poco creíble? Te propongo un ejercicio simple: mirá la vida de los demás. Sí, la de los demás, no la propia, porque estas cosas siempre se ven muuuucho más claras en los demás.

Entonces, volviendo sobre Matrix, acá la pastilla sería decirte, “ojo, no necesariamente lo que ves es lo que hay, sino que lo que ves solo lo que está alineado con tus ideas de lo posible, de lo real”. O, dicho de otro modo, es lo que va en concordancia con el/los discurso/s que te habita/n.

¿Qué tiene esto que ver con la vida expat, te preguntarás?

Bueno, ahora otra disgresión y ya te lo respondo. Muchas veces pasa en los casos de acoso o maltrato laboral que alguien que creía en sí mismo, que podía ver sus capacidades en su labor, deja de registrarlas. Acaba sintiendo que no sirve para nada y hasta le cuesta empezar a buscar trabajo.

Si esto pasa es porque al recibir tanto maltrato empieza a dudar de su propia capacidad porque claro, tanta insistencia de un discurso que le dice constantemente lo tuyo no sirve, le hace dudar.

Bueno la vida expat tiene un poco de eso. Viste que a veces uno querría que le pongan los subtítulos para entender una situación, cómo si -más allá del idioma- uno fuese un salame que no logra entender lo que está sucediendo?

Haber crecido en otra cultura hace que uno no sepa de muchos acuerdos tácitos que funcionan donde uno está viviendo (algunos tácitos y otros explícitos también). Si además se suma que uno está hablando otro idioma también pierde en capacidad de explicación, de sutileza, de manejo social, en fin… Tanto estos aspectos como todos los que se suman en la experiencia de la vida como expatriados hace que, muchas veces, sintamos que el problema somos nosotros. Cuando en realidad lo que habría que tener en cuenta es en qué discursos estamos ubicados. Puede ser que nuestro “discurso” interior o exterior diga que después de X tiempo uno ya tiene que estar perfectamente adaptado; o que a todos les salen las cosas pero a nosotros no; o que nunca vamos a lograr lo que nos proponemos; o que la gente no nos entiende, por poner algunos ejemplos.

Por eso hoy, más que hablar de balances y cierres quería proponerte que rastrées qué discursos te están habitando. Porque hay algo impresionantemente fuerte en detectarlos. Cuando uno los ve, es como que ya se pudo correr un poco.

Y si no sabés cómo hacerlo, la escritura es un medio genial para ello. Sentate frente a una hoja (si podés escribir a mano siempre es mejor) y dejá fluir la escritura sobre el tema que seguro algo vas a detectar. Casi casi que pongo las manos en el fuego que lo que encuentres va a tener relación con algo que sentiste alguna vez en el pasado (no, no digo que todo tenga que ver con tu infancia, puede haber sido en tu adolescencia, hace unos años, etc) porque casi siempre ese sentimiento se suma a uno anterior. Así es que lo que vayas escribiendo seguramente lo puedas unir a esos recuerdos.

Y si sentís que esto de la escritura te gusta y te sirve no te pierdas el curso de Journaling para Expatriados (lo encontrás acá) que justamente aborda eso y si querés más sobre las discursos, las ideas e ideales que pueden estar atentando contra tu bienestar entonces El Código Expat es para vos (lo podés ver acá).

LA VIDA EXPAT
NO SIEMPRE ES FÁCIL...
I agree to have my personal information transfered to MailChimp ( more information )
Por eso escribí este eBook
GRATUITO para ayudarte.
A mí tampoco me gusta el spam.
Tu email no va a ser vendido ni compartido con nadie.